A veces, yo también me hago preguntas existenciales.
Todo empezó cuando me enteré de que se había aprobado el horrible polémico Artículo 13 en la Unión Europea. Empecé a preocuparme, porque (resumiendo mucho), esta nueva norma limitará la publicación de contenido (imágenes, audio, etc) sujeto a derechos de autor. Me pregunté cómo me puede afectar a mí. No sólo por el contenido de mi blog y las fotos de mis viajes, sino más bien por mí misma, por mi propia imagen.
Como ya podréis imaginar, muchos peluches, como yo, están fabricados por una empresa, una marca. En mi caso, Anna Club Plush. Básicamente, soy un producto de esta marca (¡qué duro se me hace decir esto, cuando yo me siento una gallinita libre y con vida propia!).

He consultado con varias personas, y en principio todos concuerdan en que no debería preocuparme demasiado. De ser así, nadie podría mostrar ningún producto de ninguna marca. Me tranquilizó un poquito. De todos modos, tengo que leer e informarme mucho sobre qué va a pasar y cómo nos va a afectar a todos.
Pero todo esto me ha llevado a hacerme preguntas existenciales.
¿De dónde vengo? ¿Hay más gallinitas como yo?
Decidí empezar por investigar mi nombre: Henrietta. Marta me dijo que, cuando llegué a casa, ya venía con el nombre puesto. Al parecer, Henrietta es un nombre muy común entre las gallinas. Es como el humano que se llama Carlos, o María. Hay varios cuentos infantiles que hablan de gallinas llamadas Henrietta. El más famoso es el de Arthur Scott Bailey, ¡y lo escribió en 1921! Aunque la Henrietta protagonista no se parece en nada a mí. ¡Era bastante presumida y un poco tonta!

También descubrí en Instagram a una fotógrafa de moda e influencer, llamada Henrietta Gallina, que colabora en Universal Standard, una marca que promueve la inclusión en la moda de todos los tipos, formas y tamaños de cuerpo. ¡Qué genial es!
Aclarado el tema de mi nombre, quise responder a la otra pregunta. ¿Hay más gallinitas como yo? Así que fui a preguntarle a Marta cómo llegué a casa…
Estábamos mi padre y yo en una tienda en Alcobendas que nos encantaba (por desgracia ya ha cerrado), buscando un regalo de cumpleaños para mi madre. Había un estante entero de gallinitas de peluche que nos parecieron adorables, así que decidimos llevar una. ¡Había muchísimas! Todas con carita risueña. Pero había una que era diferente: en lugar de tener el pico hacia abajo, como todas las demás, lo tenía un poquito hundido. ¡Estaba sonriendo! Era la más expresiva de todas. Había que llevarla a casa. Y así fue como llegaste, envuelta en papel de regalo azul.
Marta, recordando cómo llegué a casa hace ya 9 años.
Sin pensarlo dos veces, me metí corriendo en google a buscar más gallinitas como yo.
¡Tengo dos hermanas!
Una es amarilla, y la otra rosa. ¡Me moría de ganas de conocerlas! Así que me puse como loca a buscarlas. En Amazon, en Ebay… ¡Todas agotadas! Al parecer tanto mis hermanas como yo estamos descatalogadas de todas partes. ¡Qué rabia! Parece ser que me voy a quedar con las ganas de conocer a mis hermanas… Me he puesto muy triste.


Como veis, hoy me he puesto un tanto reflexiva y melancólica. ¿Te pensabas que sólo los humanos podían hacerse preguntas existenciales? Las gallinas de peluche también tenemos sentimientos.
Eso sí, ahora tengo una meta más en mi vida, aparte de viajar: Encontrar a mis hermanas. No sé cómo lo haré, pero seguiré buscando.
-.-.-.-.-.-.-.- Actualización 03.06.2019 -.-.-.-.-.-.-.-
Tras darme cuenta de que mis hermanas están descatalogadas de todas partes, decidí probar suerte en sitios como Ebay. No encontré a ninguna de mis hermanas, pero sí di con una pista de mi familia.
¡Mi primo Patricio!
Resulta que no sólo tengo dos hermanas, ¡sino también un primo! Vivía en Francia. Aunque se llama Patricio, todo el mundo le llama por su diminutivo, Pato. Además, ¡da la casualidad de que es un pato!
Sin dudarlo me puse en contacto con él y le invité a casa. Patricio hizo las maletas, y en unas semanas estaba aquí conmigo.
Pato inaugurará una nueva sección en el blog
A Pato se le da muy bien cocinar. Es todo un experto en alta cocina francesa (Oh là là!), pero también le encanta experimentar con la cocina de otros países, y me ha preguntado por las comidas de todos los sitios donde he estado. Por eso he tomado la decisión de hacer una nueva sección en mi blog, dedicada a las comidas típicas de los sitios que voy visitando. ¡Pato se encargará de hacer las recetas y enseñároslas! ¡Qué emoción!

¿Qué recetas queréis que probemos? ¡Déjanos tus sugerencias en los comentarios!
Tu siempre serás única y especial!!!
😊